jueves, 20 de diciembre de 2007

El ánimo familiar ayuda a combatir la obesidad

Es lógico, muchos comen cuando están tristes o atravesando un mal momento o por la simple soledad de la casa. Por eso cuando un niño llega con a su hogar y no ve a su familia cerca y lo primero que ve es la nevera, estamos en un problema.

Ahora se busca encontrarle la relación al día a día que tiene una familia con su hijo y cómo lo trata, con esa necesidad de comer constantemente o comer sólo para olvidar.

La doctora Rosa Calvo explicó: “Los niños que al llegar a casa son recibidos por la nevera, en lugar de por su familia, tienen más riesgos de sufrir obesidad”.

Una de las cosas que más marcan a los adolescentes son los momentos que comparte con su familia. Si el chico al llegar a la casa lo único que encuentra es una nota que dice: “Te preparé la comida, salí con amigas”, entonces eso puede ocasionar angustia en el niño que elige comer para olvidar.

Calvo advierte los problemas de comer cuando se está trista. Ella dice que “las probabilidades de comer más de lo necesario cuando estás triste son mucho mayores”, lo que pude llevar a grandes depresiones psicológicas, además de trastornos de obesidad.

La ansiedad aquí también juega un papel muy importante. El comer porque se está nervioso por situaciones familiares, o dedicarle un espacio poco importante a la cena familiar pueden ser disparadores de estas cuestiones.

Otro punto fundamental es tener motivación a la hora de elegir una buena alimentación y eso la mayoría de las veces nace del seno familiar y si este no está constituido puede ocasionar problemas. Prueba acercándote a tu hijo, habla estos temas y verás cómo la alimentación pasa a ser mucho mejor.


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