Las variaciones físicas que puede sufrir el cuerpo femenino son muchas. Comenzando desde la infancia, pasando por la pubertad, el embarazo (lactancia) y terminando en la menopausia, las mujeres siempre tendrán riesgos de obesidad.
La vida de cualquier mujer se ve trastocada por muchos cambios hormonales, los cuáles muchas veces no le permite estar en un debido equilibrio. A estos cambios también se suman las variaciones físicas, y sumado a las costumbres de la sociedad convierten al cuerpo de la mujer en un arma de doble filo.
Vamos paso por paso para determinar los riesgos de cada etapa para la mujer:
- Infancia: Es la primera etapa y una de las más importantes, porque aquí se produce riesgos de sedentarismo, con pocos ejercicio físicos, y pobre alimentación.
- Pubertad: Aquí también se pueden ocasionar cambios significativos en el cuerpo de la mujer. Es la etapa en la que más cambios hormonales se dan. Se debe tener mucho cuidado con la alimentación, mientras que la actividad física debe aumentar para no recaer en la obesidad.
- Embarazo (gestación): En esta etapa también se producen cambios hormonales, pero se tiene que tener un cuidado especial, porque aquí se carga con un hijo y los desórdenes afectan a ambos. Se debe hacer ejercicio, pero con cuidado y supervisión médica.
- Menopausia: Como decíamos antes todas las etapas son frágiles en la mujer y la última etapa en su vida no carece de eso. Aquí la producción de estrógenos, que son hormonas que producen calor y queman calorías, disminuye claramente. Además el gasto enérgico es menor y la obesidad también se convierte en un problema.
Si eres mujer ya lo sabes, deberás cuidarte de por vida para mantener esa linda silueta. Pero quédate tranquila, verás los cambios y estarás agradecida.
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